Psiquiatría infanto-juvenil: atención médica presencial y online
La infancia y la adolescencia son etapas de cambios rápidos que a veces desbordan tanto al menor como a su familia. Contar con un psiquiatra especializado en estas edades permite comprender qué ocurre, despejar dudas y, si es necesario, pautar un tratamiento que mejore el bienestar personal diario. En Alies ofrecemos consultas presenciales y videollamadas para adaptarnos a vuestra rutina familiar.
¿Qué es la psiquiatría infanto-juvenil y para qué sirve?
La psiquiatría infanto-juvenil es la rama de la psiquiatría que se especializa en la evaluación, diagnóstico y tratamiento de los trastornos mentales y emocionales en niños y adolescentes. Su enfoque no solo tiene en cuenta los síntomas, sino también el contexto familiar, escolar y social en el que se desarrollan, así como las distintas etapas del crecimiento y maduración.
Esta especialidad no busca “etiquetar” ni medicalizar la infancia, sino ayudar a comprender y abordar el sufrimiento psíquico desde una perspectiva respetuosa, integradora y basada en la evidencia.
¿Qué hace un psiquiatra infanto-juvenil?
- Realiza una evaluación clínica exhaustiva del niño o adolescente, con entrevistas al menor, la familia y, si es necesario, el entorno escolar.
- Establece un diagnóstico si procede.
- Puede prescribir medicación cuando está indicada, pero siempre de forma cuidadosa y adaptada a la edad.
- Trabaja en coordinación con psicólogos, orientadores escolares, pediatras y otros profesionales.
- Acompaña a las familias, ofreciendo orientación y apoyo emocional.
¿Qué son los psicofármacos?
En el tratamiento de niños, niñas y adolescentes con problemas de salud mental, el uso de medicamentos es solo una parte del abordaje terapéutico, que siempre debe incluir acompañamiento psicológico, orientación familiar y adaptaciones escolares si es necesario. La medicación no es la primera opción en todos los casos, pero puede ser muy útil cuando los síntomas son intensos, persistentes o interfieren significativamente en el desarrollo y la vida diaria.
En la psiquiatría infanto-juvenil, se utilizan fármacos con criterios estrictos de seguridad y siempre con seguimiento médico cercano, ajustando la dosis al peso, la edad y la evolución del menor.
¿Cuándo se considera su uso?
El tratamiento farmacológico puede estar indicado cuando:
- El malestar emocional o conductual impide el funcionamiento escolar, social o familiar.
- Los síntomas no han mejorado con intervenciones psicológicas u otros apoyos.
- Existe riesgo para la seguridad del menor (impulsividad, autolesiones, pensamientos suicidas).
- Se necesita estabilizar un trastorno psiquiátrico moderado o grave para facilitar otros tratamientos.
¿Es seguro medicar a un niño o adolescente?
Sí, siempre que el tratamiento esté indicado por un especialista, con un diagnóstico claro, seguimiento riguroso y en el marco de un plan integral. Los fármacos se eligen con prudencia, y se revisan regularmente para valorar su eficacia y posibles efectos secundarios. No se trata de “tranquilizar” o “controlar” al niño, sino de ayudarle a desarrollarse con menos sufrimiento y más capacidad de aprendizaje, regulación y vínculo.
Los medicamentos no reemplazan la educación emocional, el acompañamiento familiar ni la terapia. Pero, cuando están bien indicados, pueden marcar una diferencia fundamental en la evolución del menor, mejorar su calidad de vida y facilitar que pueda aprovechar los demás apoyos terapéuticos.
¿Cuándo se recomienda consultar?
- El niño o adolescente presenta síntomas que interfieren en su bienestar, su rendimiento académico o sus relaciones.
- Hay cambios abruptos de conducta (regresiones, irritabilidad intensa o aislamiento prolongado).
- Se observan dificultades persistentes en el desarrollo, el lenguaje, el aprendizaje o la regulación emocional.
- Se presentan síntomas graves como autolesiones, intentos de suicidio, consumo de sustancias o alucinaciones.
¿Qué problemas trata la psiquiatría infanto-juvenil?
Nuestro enfoque en psiquiatría infanto-juvenil
La salud mental infantil y adolescente no debe esperar a que “se le pase” o “madure”. Una intervención a tiempo puede prevenir complicaciones futuras, aliviar el sufrimiento y favorecer un desarrollo emocional sano. El objetivo no es solo tratar síntomas, sino ayudar a cada niño o joven a desplegar su potencial en un entorno seguro, respetuoso y comprensivo.
En Alies, contamos con un psiquiatra con una amplia formación en población infanto-juvenil, de trato cercano y humano, el cual estará encantado de acompañarle en este proceso. El psiquiatra se coordina con el psicólogo y con el entorno del menor para ofrecer una intervención coherente en casa y en el aula. Revisa la evolución de forma periódica y adapta el plan conforme cambian las necesidades del niño o adolescente.
Fases del proceso terapéutico
Qué ofrecen las consultas de psiquiatría infanto-juvenil
Testimonios de personas que han avanzado en su recuperación
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Equipo especializado y coordinado (psicólogo + psiquiatra)
Teléfono: 613 036 217
Correo: consulta@alies.es
Atención personalizada y tarifas transparentes
Sesiones de psicoterapia por 75 € y de psiquiatría por 120 €, sin costes ocultos.
Preguntas frecuentes sobre psiquiatría infanto-juvenil
¿Hace falta derivación pediátrica para acudir al psiquiatra?
No es imprescindible. Podéis solicitar cita directamente si sospecháis que vuestro hijo necesita valoración médica.
¿Cómo se decide si un menor debe tomar medicación?
Solo se prescribe cuando tiene una clara indicación médica y los beneficios compensan los posibles efectos secundarios. El psiquiatra explica las opciones y acuerda la decisión con la familia.
¿Se coordina el tratamiento con el colegio?
Sí, con vuestro consentimiento podemos compartir pautas útiles con el centro educativo para reforzar el trabajo terapéutico.
¿Las citas online son adecuadas para niños y adolescentes?
Funcionan bien siempre que se disponga de un entorno tranquilo, conexión estable e intimidad; permite mantener el seguimiento aunque haya cambios de domicilio.
¿Puede combinarse medicación y terapia psicológica?
A menudo la combinación ofrece mejores resultados. Coordinamos ambos enfoques para que se complementen sin duplicar esfuerzos.